Quería
dejar por esta vez la hoja en blanco, como un símbolo, una metáfora
de mi pensamiento, que no está en blanco sino detenido intensamente,
con la intensidad que me atraviesa desde que nací.
Pero
el pensamiento se desborda como el océano en la noche, lleva y trae
ideas, sonidos, deseos, urgencias.
Por
eso lo detengo, hoy que puedo. Como un niño, con el colador en la
arena, busco un caracol distinto, pero dudo por que los caracoles en
el fondo no me gustan. Igual sigo colando la arena con la ilusión de
sorprenderme.